Este mes ha sido de los que dejan huella. He tenido la oportunidad de viajar a Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura para trabajar junto a los equipos y mandos intermedios de varios hoteles Iberostar de Canarias. ¿El objetivo? Por una parte, entrenar a los responsables en herramientas prácticas para elevar el nivel de trabajo en equipo en sus departamentos. Y, por otra, acompañar a equipos de pisos, sala, cocina y recepción en la gestión del estrés, ¡algo clave en un entorno tan exigente como el hotelero!.
Ha sido una experiencia plena y profundamente gratificante. Es emocionante ver cómo las personas agradecen formaciones prácticas, “de las que sirven”, de las que te llevas ideas que puedes aplicar al día siguiente… Y todavía es más gratificante que, al finalizar las sesiones, tantos participantes nos compartan en su feedback que se llevan herramientas útiles y una nueva forma de afrontar sus retos. No hay nada que me llene más que ver a equipos volcados, participando, riendo y reflexionando en medio de una operativa que nunca se detiene. ¡No tiene precio!
Y si queréis un poco de “salseo”… Noviembre vino con tormentas, vuelos desviados, aviones retrasados, coches de alquiler que deciden rendirse y noches improvisadas porque un vuelo se fue sin mí (por dos veces). Pero cuando disfrutas tanto de lo que haces, todo eso pesa muy poco o nada. Además… ¡Qué bien me vinieron las herramientas de gestión del estrés que practicamos en los talleres para afrontar estas aventuras con control y buen humor!
¿Te gustaría que tu equipo también las experimentara? Escríbenos y te contamos cómo podemos ayudarte.
