Amer, Obres y serveis, es una empresa pequeña que gestiona su talento como si se tratara de una gran corporación. Su visión de negocio pasa por preocuparse por sus equipos, su crecimiento y su desarrollo, porque tiene muy claro que su competitividad empresarial está en su talento. Y ese talento es humano. Por eso les agradecemos, como siempre hemos hecho, que hayan vuelto a contar con nosotros en la gestión de ese talento. Para hacerlo, durante este año, hemos acompañado a sus jefes de obra en el desarrollo de su función de liderazgo.

Amer, en un movimiento que les define como empresa que entiende que sus valores son personas, decidió dar antes que pedir. Su idea fue pedir a los jefes de obra cuáles eran los problemas de gestión de tiempo, cargas de trabajo y otros aspectos que dificultaban su labor a la hora de aplicar su liderazgo y tratar con sus equipos. A partir de estas consideraciones, aparecieron las posibles soluciones y fórmulas alternativas a los flujos aplicados hasta el momento.

La empresa se tomó muy en serio todas las líneas propuestas y decidió poner en marcha aquellas que fueron factibles. Pero no abandonó las que parecían inviables, ya que, para tratar de comprenderlas, las conversaciones y tuvieron lugar con miembros de cada uno de los equipos. Porque tan importante es implementar soluciones a los problemas como buscar las razones por las que surgieron. Fueron los encargados de obra, cargo intermedio entre los jefes de obra y los equipos, los protagonistas del análisis de metodologías y flujos. A ellos también les preguntó en una sesión de trabajo, sobre los aspectos que dificultaban su labor diaria y qué necesitaban o les gustaría recibir de sus superiores.

Recogida toda la información, se realizó una sesión de facilitación conjunta entre jefes y encargados de obra, para trabajar nuevos acuerdos y formas de trabajar que favorecieran la sensación de unidad dentro del colectivo y generaran dinámicas de equipo.

No nos cansaremos de afirmar lo placentero de trabajar con empresas como Amer, que demuestran que la gestión de las personas es la mejor fórmula para alcanzar el éxito, ya no solo por el ambiente y la cohesión de equipos, sino por la cantidad de información que se poner sobre la mesa para futuros pasos. Además de sesiones ricas y participativas, también han sido divertidas, por lo que, de nuevo, gracias.