La improvisación teatral es una disciplina escénica cuyo objetivo fundamental es contar historias creadas en el mismo momento en que se están produciendo y en el que se están interpretando ante el público. Podríamos entender la improvisación como la creación en estado puro, el ágil descubrimiento de nuevos recursos, el disfrute del “aquí y ahora”…
Pero fluir en una improvisación no significa hacer y decir lo que a uno le viene en gana sin ningún criterio. Para que una improvisación se convierta en un gran espectáculo, el intérprete debe entrenar continuamente, ya que debe tener una gran agilidad mental y física, y asimilar y seguir una serie de reglas indispensables.
Estas reglas son perfectamente asimilables al trabajo en casi cualquier organización. Son estas:
- Estar bien. Difícilmente la improvisación avanzará si, por algún motivo, uno no se encuentra a gusto en la representación. La actitud positiva y la “buena onda” con los compañeros de escenario son aspectos clave para poder disfrutar del momento.
- Escucha. La magia de la impro está en escuchar y conectar. Como el guión no está escrito, la escucha plena es fundamental para la comprensión de lo que está pasando, hacia dónde van las ideas que proponen los compañeros.
- Trabajo en equipo. Cuando uno improvisa en equipo se enfrenta al reto de la cocreación, que precisa a su vez una muy buena comunicación y sintonía. El buen resultado colectivo necesita que todos se involucren, y que el juego se reparta de manera constructiva y positiva.
- “Sí, y además…”. Cuando tu compañero o compañera propone algo, la única opción en la impro es aceptarlo y sobre ello seguir sumando a la historia. Queda prohibida la palabra no, cualquier idea propuesta es la mejor de las posibles.
Desde Go Consulting vemos en estos cuatro pilares la posibilidad de incorporar aprendizajes de mucho valor para los equipos en las organizaciones. De hecho, trabajamos habitualmente con Germán Conde, un actor, humorista e improvisador experto, que nos ayuda a experimentar con ellos en algunas dinámicas con nuestros clientes.
Sin ir más lejos, estuvimos improvisando hace unos días con todo el equipo corporativo de finanzas de Iberostar. Fue una sesión llena de actitud positiva y risas, muchas, muchas risas.
Si quieres descubrir cómo la impro puede ayudar a tu equipo de trabajo, no dudes en contactarnos.