¿Qué nota le pondrías tú a la irrupción del teletrabajo? 

En un webinar sobre recursos humanos al que asistimos se le hizo esta misma pregunta a tres expertos en gestión de empresa.  La respuesta nos dejó muy sorprendidos, pues la calificaron, sin titubear, de sobresaliente.

Nuestra visión, sin embargo, es muy distinta. No hay duda de que una mayoría de organizaciones han hecho un gran esfuerzo de adaptación al teletrabajo en tiempo récord, poniendo a disposición de sus colaboradores unos sistemas, procesos y medios que no tenían. Sin embargo, el haber incorporado rápidamente la capacidad de teletrabajar no significa en absoluto que se está haciendo de manera excelente.

Desde nuestra labor como consultores en gestión de personas, somos testigos en primera persona de los problemas que se encuentran las personas y organizaciones que han incorporado esta nueva manera de trabajar. Son unos “dolores” que hemos contrastado además en diferentes fórums con responsables de recursos humanos, y que queremos compartir contigo a continuación.

1. Mala comunicación

A la que era ya una asignatura pendiente en muchas organizaciones, se le unen todos los problemas de la comunicación remota y multicanal.

Las reuniones online son ineficaces, se pierde la relación con otros departamentos de la empresa y empeora la coordinación y el alineamiento con los objetivos.

2. Baja productividad

Los problemas técnicos y/o la falta de recursos apropiados hacen que el trabajo pierda fluidez; es fácil caer en la desestructura, el desorden y la procrastinación de algunas tareas.

Además, la falta de contacto personal dificulta que prosperen nuevas iniciativas, de modo que el personal con más talento no encuentra las condiciones más adecuadas para desarrollar su potencial.  Todo ello asumiendo que tenemos el privilegio de tener la jornada de trabajo bien organizada en casa con nuestros convivientes, algo que no convendría dar por hecho.

3. Pérdida del vínculo

Quizá este sea el dolor más grave por sus efectos perniciosos sobre todo lo demás. Teletrabajando se produce sentimiento de soledad y aislamiento. Ya no hay el mismo espíritu de equipo, de energía colectiva.

En los diferentes encuentros y reuniones online ha perdido interés la conexión humana, y el foco está puesto sólo en el trabajo productivo. Las “liturgias” y espacios informales que tanto valor aportaban han prácticamente desaparecido de la rutina de trabajo.

El resultado de todos estos dolores no puede ser otro que la falta de compromiso del equipo, algo que tiene efectos muy negativos sobre los propios resultados de la organización, y que para nosotros debe trabajarse con urgencia.

¿Reconoces algunos de estos dolores en tu propio trabajo? Si es así nos encantará escucharte y acompañarte en la solución.