El mundo en el que vivimos nos ha sumergido en un ritmo del que es muy difícil salir, aún incluso, dándonos cuenta de ello. Horarios, obligaciones, familia, responsabilidades, falta de tiempo… la lista resulta interminable. Queramos o no, todo esto produce una sobrecarga en el cuerpo y la mente que, con el tiempo, se termina pagando.

Cuerpo y mente: tándem inseparable

El cuerpo y la mente son un tándem inseparable, dependientes el uno del otro. Cualquiera de los dos que se vea afectado, alterará el otro irremediablemente. Aquella persona que sufra un dolor a diario, por pequeño que este sea, terminará por causar estragos en su psique. La persona que sufre de altos niveles de estrés, afectará rápidamente a su estado muscular y visceral, alterándolos.

Los efectos del estrés

En el día a día el estrés que las personas sufrimos, sea del tipo que sea, es como una gota que cae continuamente produciendo un desgaste lento y cuando menos te los esperas, aparece un problema de salud, y muchas veces, más grave de lo que uno se imagina.

A día de hoy contamos con muchas herramientas fantásticas para afrontar la parte de carga mental de los equipos de trabajo, clima laboral, gestión del estrés, comunicación… pero a nivel físico tan solo se trabaja en el aspecto ergonómico, pero no se ataca de forma directa el problema físico que se produce independientemente, por ejemplo, del tipo de silla que utilicemos (ayuda, pero no evita). Es posible mantener los problemas físicos controlados a través del servicio de fisioterapia

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia?

La fisioterapia es la disciplina de la medicina que trata las dolencias músculo-esqueléticas de una manera eficaz y respetuosa con el cuerpo sin depender de medicamentos. Si se aplicara de forma habitual en la vida de las empresas, el efecto en los equipos de trabajo sería sorprendente.

Algunos de los efectos que se conseguirían son:

  • Mejora de la salud en general. Disminución o desaparición de las dolencias físicas a nivel muscular, articular y neurológico
  • Prevención de lesiones a corto, medio y largo plazo.
  • Mejorar la postura.
  • Mejorar el rendimiento laboral provocado por la mejora y bienestar físico (productividad, concentración, rendimiento, estado de ánimo…)
  • Prevención de depresiones.
  • Mejoría de la calidad del sueño. Disminución del estrés.
  • Mejora la tensión arterial, mejores digestiones, mejoría del sistema circulatorio… mejoría del estado orgánico en general.
  • Mejorar la calidad de vida en el ámbito laboral y reducción del absentismo.

Lo que se consigue en general, es:  un empleado más sano, un empleado más feliz.

Autora, Isabel Ruiz

CEO y responsable de Dermei Business.