Hace días – o semanas ya- que oímos hablar de la esta nueva realidad a la que poco a poco nos vamos precipitando y que ciertamente amenaza con cargarse todo lo que hemos hecho y conseguido hasta ahora en cualquier contexto…la Gestión de Equipos y Recursos Humanos no es una excepción.

Ciertamente, a medida que avanzamos en esta crisis del COVID, los responsables de RRHH y gestores de equipos no hacemos más que acumular dudas, interrogantes y presión, mucha presión.

Y es que, desde que empezamos con esto, nos lo han puesto muy difícil para poder trabajar con y para las personas, al menos en los términos y con los sistemas a los que estábamos acostumbrados. Además, existe la sensación compartida de que nuestro papel se ha relegado a la gestión de ERTES, papeleos administrativos, protocolos de seguridad…y un largo etc que poco tiene que ver con lo que hacíamos antes. Es una realidad, el día a día nos come, entre papeles, lecturas del BOE, cálculos y recálculos de presupuesto y provisiones…y con tanta energía absorbida en estos quehaceres, hemos ido soltando la mano del equipo, inevitablemente y casi de forma justificada, ya que el teletrabajo tampoco ha sido un gran aliado. A pesar de que estamos poniendo más esfuerzo que nunca en “tirar del carro” para que la rueda no pare, nuestro rol estratégico, nuestro papel dentro de la organización… se ha visto, también algo diluido.

Como si la gestión del talento ahora no importara, ¡ahora, cuando quizás no haya sido nunca tan importante!

Por esto, hay que volver a tomar las riendas de los equipos. Seguro que estáis de acuerdo con nosotros en que no hay otra forma de salir airosos de todo esto que trabajar para que los equipos nos den el máximo. Que esto sea un éxito o un gran fracaso no depende solo de nuestra capacidad de hacer equilibrios con nuestras finanzas sino también de cuánto seamos capaces de conectar al equipo con nuestras nuevas estrategias y prioridades organizativas.

No queda otra; tenemos que volver a encontrar la forma de gestionar talento y seguir con nuestra labor de cuidar al equipo y sacar su máximo potencial…

Sabemos que estás de acuerdo, pero también sabemos lo que estás pensando…

Querer, claro que quiero. Importante, claro que lo es. Pero…

¿Cuándo me dedico yo a la gestión de personas, si no tengo tiempo?

¿Cómo lo hago si no tengo presupuesto?

¿Cómo le hablo a mi gente de talento, desarrollo y equipo cuando ahora son temas que  parecen fuera de lugar y no prioritarios? ¿Por dónde empiezo? ¿Qué acciones de impacto puedo proponer?

Descartar la gestión de personas no es una opción. Pero, recuerda: no tienes por qué hacerlo tú y, sobre todo, no tienes por qué hacerlo solo.

Desde GO Consulting nos ofrecemos a acompañarte adaptándonos a estas nuevas circunstancias. No pierdes nada por preguntarnos. Volcamos nuestra experiencia y conocimientos en encontrar soluciones. ¿Lo intentamos? #GOcontigo