Estamos cerrando el año con una bonita colaboración con nuestro partner europeo Königswieser&Network en un proyecto retador de Gestión del Cambio en Madrid. Se trata de una empresa del sector inmobiliario que acaba de integrar a dos compañías de diferentes países y que se encuentra en el momento de empezar a construir la que va a ser su nueva cultura corporativa.

Los procesos de fusión son complejos, a veces lentos, y conllevan mucha ambigüedad. La Dirección Regional no siempre tiene toda la información o autonomía para poder aplicar cambios y suelen tener que esperar directrices del Corporativo. Esto tiene un claro impacto en el equipo, que sufre, a veces en silencio, otras con demostraciones de poder. Aquí es cuando se produce confusión y malos entendidos y nace el miedo y la inseguridad en el nuevo equipo.

Como gestores de equipo es fundamental controlar estos momentos, tener conversaciones individuales y asegurarse de conocer a los nuevos integrantes, sus perfiles, expectativas y necesidades. Tenemos que crear espacios específicos para la construcción del nuevo equipo y, sobre todo, levantar la mano y evidenciar los desacuerdos. La manera en cómo afrontemos estas situaciones iniciales van a marcar el estilo de gestión interna, la confianza del equipo y, en definitiva, el éxito del proyecto.