Este año hemos tenido el placer de diseñar y organizar por tercera vez consecutiva la convención de uno de nuestros principales clientes. El lugar elegido para esta edición fue Mallorca, así que jugábamos en casa. Han sido tres intensos y enriquecedores días que han tenido “la energía” como hilo conductor de todas las actividades planificadas.

Como de energía se trataba y nos gustan mucho las cosas difíciles, decidimos introducir en el programa una actividad verdaderamente impactante: nuestro cliente iba a experimentar en primera persona el ritmo y el poder que tiene una batucada.

Con la idea en la cabeza conseguimos el contacto de los Sandungueros, una de las mejores batucadas de la isla. Desde el principio se entusiasmaron con el proyecto, al que denominaron Samba Fun Project. La actividad consistía en un taller sorpresa de batucada y baile para cerca de 60 personas, quienes contarían con el apoyo de 25 miembros de los Sandungueros para que -en poco más de una hora-, consiguieran formar su propio “bloco” de bailarines y percusionistas.

La actividad tuvo lugar después de la cena, cuando por sorpresa aparecieron los Sandungueros a todo ritmo. Se llevaron a los participantes a un espacio donde habían dispuesto multitud de tambores e instrumentos de percusión. Presentaron a Jayme Altaz, pasista en el Sambódromo de Río de Janeiro, quien se encargaría de dirigir la actividad para el grupo que decidiera unirse al cuerpo de baile.

Todo salió a la perfección: acompañados por los Sandungueros y por Jayme Altaz, el grupo soltó toda su energía a ritmo de Samba. Acabada la actividad y tras varios “bises”, nos quedó claro que habíamos vivido un momento de conexión y coordinación único que tardará mucho en ser olvidado. Así nos lo manifestaron gran parte de los participantes.

Nos despedimos de los Sandungueros con la certeza de que volveremos a trabajar juntos pronto, quizá no sólo en un evento puramente lúdico, sino en una actividad de más recorrido.

¡Salud y Samba!