Muchas de nuestras intervenciones de consultoría suponen para nuestros clientes un compromiso con la acción, llevar los aprendizajes a la práctica real, cumplir con el buen plan que han diseñado para sí mismos.

Pero seamos honestos, el camino del “dicho” al “hecho” es incómodo y está lleno de procrastinación. Esta charla que compartimos nos recuerda la importancia de tener palabra con nosotros mismos, porque fallarnos a nosotros, es lo que más debería preocuparnos.