Las decisiones vitales me han llevado hasta Inca, una ciudad que me acoge como nueva residente desde hace menos de un año. Con el tiempo estoy descubriendo su entorno, su vida social, cultural y laboral pero, sobre todo, me estoy adaptando a la ciudad.
De hecho, saber adaptarme a las diferentes situaciones forma parte de mis competencias principales. Es un valor en la época de pandemia que nos está tocando vivir. Adaptarse primero para después descubrir, experimentar y avanzar. Así que, con los ojos y el corazón abierto, callejeo por Inca, paseo por los caminos rurales, me apunto a actividades extralaborales y voy conociendo a gente nueva; también a nivel profesional.
Estoy descubriendo que Inca tiene un tejido empresarial muy interesante. Con ganas de conocer más, contacté con el Ayuntamiento y descubrí una iniciativa llamada Inca Business, que incluye formaciones, charlas y acciones de apoyo a las empresas y comercios. Enseguida pensé en asistir pero también en ofrecerme a aportar mi granito de arena; tal vez, facilitando alguna charla. Y aquí estoy.
En octubre (28.10) y noviembre (04.11) imparto dos charlas sobre gestión de personas y estrategia de recursos humanos para empresas locales. Estoy muy agradecida por la cálida acogida que estoy recibiendo, a pesar de las restricciones que impone la pandemia, por la participación de los asistentes y por el descubrimiento de tantas pymes con ganas de poner foco en la gestión de las personas.
Gracias especialmente a Tolo Oliver, de Stay Creative, coordinador del programa Inca Business y, por supuesto a Miguel Ángel Cortés, delegado de Economía local, de Turismo y promoción de la ciudad, y a María José Fernández, delegada de Innovación y empresa y de Mercados y consumo por el apoyo al sector y a Inca.
Es lo bueno que tiene adaptarse; nos permite seguir adelante.
Lilian Goberna, socia de Go Consulting