¿Por qué hacer un programa de liderazgo?

Al hacer la retrospectiva de 2023, hemos identificado que la demanda de programas de liderazgo ha aumentado considerablemente. Y eso es un dato que nos enorgullece.

Cada vez son más las organizaciones que detectan la necesidad de acompañar a los gestores de equipo en su rol como líderes. Nos formamos mucho en la parte técnica con estudios, cursos y experiencias, y eso hace que nos desarrollemos y seamos buenos profesionales. Y, de repente, nos promocionan y nos otorgan la responsabilidad de llevar personas. Todo un reto.

Ser gestor de equipo es un rol muy diferente al perfil técnico. De hecho, cambia completamente nuestra descripción de puesto y activa competencias personales diferentes, como visión global, planificación, comunicación e influencia… Además, en teoría, disminuye la dedicación a lo técnico y aumentan las funciones de gestión enfocadas a tareas más estratégicas y de coordinación. Y en ello radica la importancia de un programa de liderazgo, en el que se ponen de relieve las funciones de gestión y se entrenan con herramientas prácticas y aplicables.

El programa de liderazgo nos sirve, por otra parte, para estandarizar estilos de gestión, ya que cada persona tiene su personalidad y tendrá tendencia a centrarse en las funciones de liderazgo que le son más naturales. Es un ejercicio de autoconocimiento para ser consciente de nuestra manera de ser y que pretende fomentar aquellas conductas que van a tener más impacto en las personas. 

Los programas de liderazgo suponen una parada estratégica para pensar en lo importante: las personas. Es un tiempo que invertimos en pensar en nuestros equipos, sus necesidades y su desarrollo. Un momento en el que olvidamos las prisas, los objetivos y las tareas. Así mismo, y es uno de los factores mejor valorados por los participantes, un espacio en el que compartimos experiencias con nuestros iguales, otros gestores de equipo con la misma cultura corporativa con, probablemente, problemas similares a los nuestros. Poder reflexionar sobre ello de manera conjunta es muy enriquecedor. 

Eso sí, para que un programa de liderazgo funcione y vea sus frutos debe plantearse como un proceso. Una formación de 8 horas al año no va a tener impacto. Se trata de planificar, durante un periodo de tiempo determinado, una serie de sesiones, que no tienen porqué ser muy largas, pero sí recurrentes, para dar espacio a la práctica y su reflexión.

Estamos muy contentos de facilitar los programas de liderazgo en Esment, Triggle y Palma Pictures, entre otros. Empresas ubicadas en Mallorca de diferentes sectores que han apostado por acompañar a sus responsables de equipo en la misión más importante: gestionar personas para alcanzar los resultados de una manera más humana y sostenible.